Bailar Salsa con Estilo







¿Qué significa bailar con estilo?



Según el diccionario, la palabra estilo proviene del latín stilus, y puede ser utilizada en diversos ámbitos, aunque en general, está referida casi siempre a la apariencia, estética o delineación de algo.

En este escrito, cuando hablamos de estilo, no nos referiremos a un estilo particular de Salsa, sino a eso que nosotros, los que bailamos y conocemos un poquito más de este tema, llamamos bailar con estilo. Esto es, bailar con gracia, bailar con actitud y bailar con un cierto criterio estético que es lo que hace decir que se baila bonito, que hay belleza en el baile y que bailar no es solamente “tirar pasos”, como decimos aquí, sino y válgame la expresión “saber tirarlos bonito”. Es decir, que en este caso, utilizamos la palabra estilo para hacer referencia al gusto y a la elegancia que puede observar una persona, un bailarín cuando ejecuta una coreografía, o una figura de baile, con lo cual estamos asumiendo el término en su acepción etimológica.

Aun cuando sabemos que bailar implica movimientos estructurados del cuerpo, el estilo va siendo elaborado a partir del conocimiento de un conjunto de técnicas y habilidades que el bailarín va conociendo y desarrollando con el objeto de que la experiencia de bailar sea lo más completa posible.

¿Qué aspectos conformarían un buen estilo de bailar?

1. Saber llevar el Ritmo.
Sabemos que la vida tiene sus ritmos (más adelante escribiremos algo sobre los ritmos de la vida). Y todo en nuestra vida tiene un ritmo: caminamos a un ritmo, a nuestro propio e individual ritmo; reaccionamos a un ritmo, unos más lento y otros más rápido. Nuestro corazón late a un ritmo constante que puede variar en diversas circunstancias. Así que eso de que SOMOS ARRÍTMICOS, es prácticamente un MITO. Lo que nos hace falta es educar el oído para encontrar el ritmo de la música y aprender a bailar en él. La buena noticia es que el ritmo musical se define como un conjunto de ciclos que se reiteran en intervalos temporales. Estos intervalos temporales son constantes, lo que quiere decir, que si aprendemos a reconocer estos intervalos y su constancia, seremos capaces de bailar en el ritmo de la música. ¿Cómo se logra esto? Lo primero es escuchando mucha música y en especial, escuchando mucha Salsa. Con el tiempo, llegaremos a darnos cuenta incluso, que desde el punto de vista rítmico, la Salsa es predecible, es decir, que además de un ritmo constante, tiene una estructura definida que es casi la misma en la mayoría de las canciones que conocemos. Este aspecto lo trataremos con más profundidad en otro artículo.


 Saber reconocer el ritmo de la Salsa, nos va a facilitar identificar distintos estilos para bailarla. Existen diversos y muy diferentes estilos de bailar salsa. Hay Salsa On1 y Salsa On2; Casino, el cual por cierto se baila con Timba que según algunos entendidos en el tema, no es propiamente salsa; Salsa estilo Los Ángeles;  Salsa estilo Nueva York; Salsa estilo Caleño; Salsa estilo Cabaret, que es fundamentalmente acrobática, y seguramente hay otros tantos estilos más. La buena noticia es que todos ellos están basados en dos compases de 4+4=8. El truco aquí es aprender a reconocer dónde esta el 1 de la cuenta. Lo demás es seguir en el ritmo durante toda la canción.

2. Saber llevar a la pareja, el hombre, y saber dejarse llevar, la mujer.
Este aspecto es muy importante para un buen trabajo en equipo. Bailar en pareja debe ser como un matrimonio bien llevado, así cuando todo fluye a las mil maravillas. Si cada quien cumple con su función todo será miel sobre hojuelas al bailar, de lo contrario será una combinación de agua y aceite. Y ya sabemos que esos dos componentes no mezclan. El hombre debe saber llevar. Dar señales claras a la mujer, para que ésta sepa lo que el hombre quiere que haga. Si se me permite, es como cuando manejas un vehículo. Aprender a conducir implica entre otras cosas, tomar bien el volante y moverlo adecuadamente para que el vehículo vaya a donde nosotros queremos o si no, chocaremos o el vehículo irá hacia otros lados que no son los que queremos. Esto incluye aprenden a apretar el acelerador y también el freno...



3. Saber cuándo dejar libre a la pareja para que se luzca.
Bailar salsa no es solamente poner a girar a la dama como si fuera un trompo, también es importante saber variar. Eso nos permite varias cosas que pueden ser muy oportunas si respetamos la estructura de la música de salsa, que como ya dijimos antes, es más o menos estable y predecible.
·         Permite introducir un elemento nuevo a nuestro baile, es decir, lucirnos con una buena secuencia de pasos libres, que hará ver nuestras destrezas con los pies.
·         Permite que la dama descanse un poco de tantas vueltas y giros y que ella también luzca sus habilidades con los pies y con el resto del cuerpo, pues en la Salsa, también hay oportunidad para que la dama luzca todo su cuerpo de una manera muy femenina y hasta sensual.

 
4. Conocer una variedad interesante de vueltas, giros y figuras.
Evidentemente, este aspecto es fundamental. Aunque es posible que mientras estamos aprendiendo, no logremos hacer mucho más que un paso básico, con el tiempo, la práctica y la observación de otros bailarines consumados de Salsa, iremos acrecentando nuestro acervo de vueltas, giros y figuras de tal manera que podamos ejecutar un baile con movimientos variados que seguramente darán como resultado que no nos dejen sentados en toda la noche. Aquí hay un truco interesante: comenzar haciendo vueltas sencillas y cuando la canción llegue a su parte más dura, lo que llamamos el “montuno”, ejecutar las vueltas más complicadas.


 5. Mantener la actitud, la confianza en sí mismos y la soltura.
Esto resume muchas cosas. Bailar con una pareja es un acto de comunicación. Mientras bailamos estamos entrando en contacto con la otra persona con un lenguaje muy particular que  son los movimientos de la danza. La actitud es importante, porque una buena actitud se refleja en la pareja queramos o no. Así, comunicar confianza en sí mismo, da confianza a la pareja. Entiéndase, confianza en sí mismo, no prepotencia. Es esa sensación que transmiten las personas que saben  lo que quieren y que gentilmente están indicándole a su pareja qué es lo que quieren que haga cuando baila. La soltura y gracilidad al bailar son también por lo tanto, elementos importantes de esto que hemos llamado estilo.

Si practicamos bastante y con pasión y con observación, lograremos evolucionar y desarrollar un estilo para bailar que será nuestra marca personal y que seguramente nos asegurará momentos muy agradables cuando salgamos a divertirnos bailando Salsa.

En un próximo artículo, hablaremos un poco sobre los errores más frecuentes que cometemos cuando estamos bailando y que son muy fáciles de corregir... 



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