Conociendo nuestro cuerpo. Danza con el cuerpo. Danza con el corazón
Para un bailarín, como
para todas las personas en su vida cotidiana, la movilidad en óptimas
condiciones se torna en una necesidad fundamental. El uso del cuerpo para
transmitir belleza y gracilidad de movimientos aunque se estén ejecutando
maniobras muy delicadas o complicadas, requiere una preparación constante y
hecha sobre bases científicas, para ello hay disciplinas específicas, muchas de
ellas vinculadas a la medicina.
Pero siempre es
esencial el conocimiento que el propio bailarín pueda tener sobre las
posibilidades de su cuerpo, así como sus limitaciones.
Por esta razón, y dado
que el tema es amplio y profundo y puede ser tratado de forma más propia por un
especialista, mi objetivo con este artículo es motivar a mis lectores
bailarines y bailadores a que profundicen en el conocimiento de la anatomía de
su cuerpo y aprendan un poco más sobre las posibilidades y limitaciones que el
mismo tiene a la hora de ejecutar un movimiento.
Pero aún hay más, es
bueno estar conscientes de la tremenda vinculación que hay entre nuestro
cuerpo, nuestras ideas y nuestras respuestas emocionales, de tal forma que una
modificación en uno de estos elementos, incidirá en un cambio en los otros dos
también.
En este sentido, dice
Gretel de Escalada (2018):
Sólo
hacen falta las ganas de querer comprobar en nuestra propia piel cómo un cambio
a nivel de conciencia y percepción corporal, no sólo modifica de manera
observable la forma de nuestro cuerpo permitiéndole una mayor agilidad, también
supone un cambio en la manera en la que percibimos e interpretamos el mundo que
nos rodea y las respuestas que damos a las situaciones cotidianas que se nos
presentan.
Comencemos por decir,
que últimamente, me refiero a la última parte del siglo XX y a nuestro siglo actual,
la preocupación anatómica, especialmente para aquellas personas interesadas en
las técnicas corporales, ha pasado de ser solamente buscar la eficacia del
movimiento, a investigar y estudiar cómo ocurre el movimiento. De ello ha
devenido la conclusión de que los bailarines pueden obtener un mayor provecho si
conocen internamente su cuerpo.
Más frecuentemente de
lo que creemos, un bailarín puede sufrir lesiones de mayor o menor gravedad por
el solo hecho de saltarse un buen calentamiento o por no descansar
adecuadamente. De esto tenemos nosotros muchas historias, sobre todo luego de
esas presentaciones o shows que acostumbran ser en altas horas de la noche, o
simplemente después de una noche de diversión, cuando nos sentimos más pesados que de costumbre y
más torpes para realizar algunos movimientos.
El
Esqueleto
El esqueleto constituye el soporte
rígido del cuerpo. Sus piezas (los huesos), sirven de palanca para la
Los huesos están sometidos a
distintas exigencias, y están diseñados para resistirlas:
- 1. De presión, como las extremidades inferiores.
- 2. De flexión, ya que sirven de palanca para las tracciones musculares.
- 3. De tracción, como cuando llevamos objetos pesados
Los huesos están unidos por las articulaciones y las superficies están
recubiertas por los cartílagos, cuya
función es proteger a los huesos. Estos cartílagos están sometidos también a
exigencias por presión y por fricción.
Los músculos
En
nuestro cuerpo, los movimientos son producidos por el juego de los músculos. Estos movimientos son de contracción o de relajación.
El tejido que forma el
músculo se llama tejido muscular y está formado por células especializadas
llamadas miocitos que tienen la propiedad de aumentar o disminuir su longitud
cuando son estimuladas por impulsos eléctricos procedentes del sistema nervioso.
En el cuerpo humano
existen tres tipos de músculos: estriados,
lisos y el músculo cardíaco.
De estos tres, en los que debemos poner mayor atención es
en los estriados, porque son ellos
los únicos que podemos mover a voluntad, es decir, que se mueven de acuerdo a
nuestras exigencias y necesidades conscientes e inconscientes.
Nuestro cuerpo contiene
aproximadamente 650 músculos estriados.
El tejido muscular
tiene cuatro propiedades que lo diferencian de otros tejidos como el tejido
óseo. Estas propiedades son las que facilitan realizar todas las hazañas que
nuestro cuerpo lleva a cabo en las que los músculos están involucrados:
- Excitabilidad eléctrica. El tejido muscular recibe impulsos eléctricos del sistema nervioso y responde a los mismos generando movimiento.
- Contractibilidad. Se define como la capacidad de acortamiento que provoca una tensión llamada fuerza de contracción. Si la tensión producida supera la resistencia, se produce un movimiento que será diferente dependiendo del lugar en el que esté situado el músculo.
- Extensibilidad. Es la capacidad del músculo para extenderse sin sufrir daño alguno. Esta propiedad puede apreciarse en la capa muscular del estómago que se distiende considerablemente cuando el estómago se llena de comida durante el proceso de digestión.
- Elasticidad. Se refiere a la capacidad del tejido muscular para volver a su longitud original después del proceso de contracción o tras su estiramiento.
En internet podemos encontrar amplia
bibliografía sobre muchos temas relacionados con el conocimiento de nuestro
cuerpo: sobre anatomía, sobre biomecánica, y también sobre ejercicios
especiales para cada una de las partes del cuerpo del bailarín.
Es clave mantenerse informados e investigando
constantemente la información que existe sobre el tema, las nuevas tendencias
en la comprensión del cuerpo y en disciplinas cuyo conocimiento puede ser muy
útil para los bailarines, como la fisioterapia y otras que pueden ayudar a
mejorar el desempeño, siempre partiendo de la base de que es muy importante el
conocimiento de nuestro cuerpo.
En mis próximos posts, intentaré ir más profundamente sobre todos estos temas que interesan a la salud del bailarín.
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